por La Tercera
"Querer es poder", se lee en una gigantografía que adorna uno de los
patios de la escuela particular subvencionada Francisco Ramírez, de San
Ramón. En el lienzo están impresos, además, los logros del colegio: el
primer lugar a nivel nacional en el Simce 2011 de lectura de cuarto
(339) y octavo básico (333), ranking que también lideró en matemática
(355 y 321, respectivamente, por nivel). Otro cartel despliega la agenda
cultural del año: un tour por Santiago, visitas al zoológico, a
diversos museos y un recorrido por La Moneda figuran en el calendario
más esperado por los niños. “Para nosotros, la cultura es primordial.
Muchos de estos chicos ni siquiera habían salido de la comuna”, cuenta
su directora desde 1993, María Cristina Barahona.
¿Cómo se explican estos resultados en una comuna con más del 80% de
la población con un nivel socioeconómico bajo? “Respeto y reconocimiento
de los logros al igual como si fuéramos una familia”, explica la
directora. También hay esfuerzo y trabajo. De los 1.520 alumnos, 235
están becados, el resto paga una mensualidad de $ 14 mil. El
establecimiento no cuenta con Jornada Escolar Completa (JEC) y tampoco
Subvención Escolar Preferencial (SEP). Los chicos, que estan repartidos
entre prekinder y octavo básico -con un nivel de vulnerabilidad del
60%-, llegan a un colegio con metas y reglas claras, y donde ningún
detalle se deja al azar. La calendarización anual se hace en febrero.
Ahí, entre la directiva y los profesores, se planifica desde el
currículo pedagógico hasta los días feriados. Además, se toman en cuenta
los meses en que la asistencia cae a causa de las lluvias o
enfermedades típicas del invierno. En esa época -que va desde junio a
septiembre-, los 40 profesores de la plantilla pasan las materias menos
complejas. El curso más numeroso es kinder. Cada año, se abren 225 becas
que se ordenan en cinco cursos, donde la lectura comprensiva y la
motricidad son fundamentales. “Determinan el resto de la enseñanza”,
dice Barahona.
De primero a octavo, los cursos se dividen en cuatro. Aquí radica
otra característica de la escuela: el reforzamiento. Si se detecta que
algún niño tiene problemas pedagógicos se le deriva a clases especiales
después del horario normal. Para ello, cuenta con una red de profesores
exclusivos. “Son 45 alumnos por nivel que van a reforzamiento las veces
que sea necesario y nadie los apunta con el dedo por eso”, asegura la
directora.
La escuela fue fundada hace 51 años por la educadora María Gatica
Ramírez, quien llegó de Concepción “prácticamente a alfabetizar a la
comuna”, recuerda Barahona. Empezó con una sala en la entrada del actual
colegio. La fundadora falleció hace seis años y sus hijos continuaron
como sostenedores del colegio, que cuenta con dos establecimientos más:
la escuela básica Elsa Ramírez y el Instituto Polivalente Francisco
Ramírez, ambos en la misma comuna y también de buenos resultados.
Suena el timbre. Son cerca de las 13 horas y un delicioso aroma
invade el lugar. El colegio entrega 912 raciones diarias de
alimentación, que incluyen desayuno, almuerzo y once. Los chicos tienen
hambre, pero no corren ni se desordenan camino al comedor. Algunos pasan
al baño con toda calma.
Llama la atención la ausencia de rayados y grafitis. Los espejos
están intactos y todos los servicios higiénicos funcionando. El patio
está limpio, sin los acostumbrados envoltorios de dulces en el suelo.
“Esta es nuestra casa y para que sea acogedora hay que mantenerla
aseada”, dice la directora. “Los niños se sienten acogidos y escuchados.
Acá todos tienen punto de vista y reforzamos eso”, agrega.
Esta autodisciplina ha sido clave también en matemática. ¿La receta?
“Muchas guías y ejercicios, que es la única manera de aprender a querer
los números”, sostiene la directora.
Otras de las características del alumno “franciscano” es su lenguaje.
“Acá no se dicen garabatos ni malas palabras”, asegura Barahona. El
entorno del colegio es complejo, la comuna tiene altos niveles de
delincuencia y el coa forma parte del día a día de muchos jóvenes del
sector. Sin embargo, al interior de la escuela eso no sucede.
“Al que sorprendemos hablando groserías, se le obliga a escribir 20
sinónimos de la palabra que estaba diciendo, reemplazando el garabato”,
explica una profesora.
Para el cuerpo docente, el vocabulario y la información general
también son clave para el desarrollo. Los lunes, todos los alumnos deben
comentar la noticia más importante que leyeron o escucharon el fin de
semana. A los más grandes se les hacen pruebas de actualidad y deben
leer el diario. “La idea es que los chicos amplíen su lenguaje y sepan
que hay otro mundo fuera de la comuna”, destaca la directora.
Y les ha ido bien. Los resultados en el último Simce les significaron
elogios del Presidente Sebastián Piñera, que puso al colegio como
ejemplo al anunciar la reforma tributaria destinada a financiar parte de
la educación.
El ministro de Educación, Harald Beyer, también se sumó a los
elogios: “Nos gustaría que hubiese muchos colegios como el Francisco
Ramírez. Este establecimiento ha derrumbado algunos mitos en educación,
como el que señala que la calidad de la enseñanza está ligada al nivel
socioeconómico de las familias. Ellos han demostrado que si se quiere,
se puede”, concluyó.
LA TERCERA EDICION IMPRESA | domingo 29 de abril de 2012
http://diario.latercera.com/2012/04/29/01/contenido/pais/31-107306-9-el-ejemplo-del--colegio-francisco-ramirez.shtml
Es un muy buen colegio yo estudie toda mi enseñanza basica y el trato de los docentes es excelente al igual que sus profesores son muy buenos profesores..... Su enseñanza es excelente....
ResponderEliminar.
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Atte: Tania Dominguez.